domingo, 13 de noviembre de 2016

A TRAVÉS

Rodando lo ficcional y al final optando por pararnos en ese campo, seguimos filmando, explorando ese mundo subacuático y onírico que habíamos estado retratando hasta ahora. No fue planeado pero surgió sumar un nuevo personaje, un nuevo ser. Nos preguntamos por qué, ¿quién era? Reforzamos la idea anterior sobre un sujeto en observación, distinto a nosotros, extraño, ajeno. Ahora son dos. Distintos entre ellos también. Dos seres, uno relacionado con lo frío, lo estático, pasivo, tranquilo. Otro inquieto, curioso, inocente, salvaje. Ambos comparten la condición de ser contemplados, estudiados desde una actitud limitada a la observación, analizando sus actitudes, sus respuestas, como encapsulados. 
Mientras lo estaba viendo y pensando en los posibles mundos que podrían existir tras estos personajes, me di cuenta que el agua, la pecera, tiene cierta relación con la idea del sujeto observado, como una sustancia donde éstos seres se conservan mientras alguien los estudia, seguido también de la idea de que el tiempo no transcurre, ni en el video, ni para ellos. 
Ya teníamos la intención de utilizar el formato vertical y ahora le encontramos un sentido en relación al paralelismo entre ambos seres, además acompaña una sensación de espacio reducido. El espacio de contemplación donde están siendo observados. 
A nivel imagen todavía pienso que falta trabajar algunas tomas pero pienso que por ahora se representa lo que queríamos hacer.



Sujeto II

A proyectar

Pienso que algunas tomas conviven mejor que otras y que claramente habrá que volver a filmar para arreglarlas pero va por ahí.

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